LA PAGINA DE FRANCISCO: Strangers in the night

Strangers in the night - Frank Sinatra.Enero de 1979

Francis Albert "Frank" Sinatra (/ s ɨ n ɑː t r ə /, 12 de diciembre 1915 - 14 de mayo de 1998) fue un estadounidense de jazz y pop tradicional cantante, actor y productor, que fue uno de los más populares y influyentes artistas musicales del siglo 20. Él es uno de los más vendidos artistas de la música de todos los tiempos, habiendo vendido más de 150 millones de discos en todo el mundo. Nacido en Hoboken, Nueva Jersey a los inmigrantes italianos, comenzó su carrera musical en la era del swing con Harry James y Tommy Dorsey. Él encontró el éxito como artista en solitario después de haber sido firmado por Columbia Records en 1943, convirtiéndose en el ídolo de los "soxers bobby".

Lanzó su primer álbum, La voz de Frank Sinatra, en 1946. La carrera profesional de Sinatra se había estancado por la década de 1950, y se volvió a Las Vegas, donde se convirtió en uno de sus mejores intérpretes conocidos como parte del paquete de la rata.

Su carrera renació en 1953 con el éxito de De aquí a la eternidad y su posterior Premio de la Academia al Mejor Actor de Reparto victoria. Él firmó con Capitol Records y lanzó varios álbumes aclamados críticamente, incluyendo en las primeras horas Pequeños (1955), Canciones para Swingin 'Lovers! (1956), Come Fly with Me (1958), Only the Lonely (1958) y Nice' n 'Easy (1960).

Sinatra dejó Capitolio para comenzar su propio sello discográfico, Reprise Records, en 1961, y lanzó una serie de álbumes de éxito.

En 1965 se registró la retrospectiva septiembre de mis años, protagonizó el Emmy, ganadora de especial de televisión Frank Sinatra: Un hombre y su música, y anotó éxitos con "Strangers in the Night" y "My Way".

Después de la liberación de Sinatra en el Sands, registrados en el Sands Hotel con frecuente colaborador Count Basie a principios de 1966, el año siguiente grabó una de sus más famosas colaboraciones con Tom Jobim, el álbum Francis Albert Sinatra y Antonio Carlos Jobim. Le siguió de 1968 la colaboración con Duke Ellington. Sinatra se retiró por primera vez en 1971, pero salió de su retiro dos años más tarde y grabó varios discos y reanuda actuando en el Caesars Palace. En 1980 se anotó un Top 40 hit con "(Tema de) Nueva York, Nueva York".

Usando su Las Vegas muestra como una base de operaciones, realiza una gira por tanto dentro de los Estados Unidos e internacionalmente hasta poco antes de su muerte en 1998.

Sinatra forjó una exitosa carrera como actor de cine. Después de ganar un Oscar por De aquí a la eternidad, protagonizó El hombre del brazo de oro (1955), y recibió elogios de la crítica por su interpretación en El mensajero del miedo (1962). Él apareció en varios musicales como el día en Nueva York (1949), Guys and Dolls (1955), Alta Sociedad (1956) y Pal Joey (1957), y hacia el final de su carrera se convirtió en asociado con el juego de detectives, incluyendo el personaje del título en la de Tony Roma (1967). En la televisión,

El Frank Sinatra Mostrar comenzó el ABC en 1950, y continuó haciendo apariciones en la televisión durante los años 1950 y 1960. Sinatra también estuvo muy involucrado con la política desde mediados de la década de 1940, e hizo campaña activamente por presidentes como Harry S. Truman, John F. Kennedy y Ronald Reagan, aunque antes de la muerte de Kennedy supuestos de Sinatra Mafia conexiones llevaron a él que era desairado.

Mientras Sinatra nunca aprendió formalmente a leer música, tenía un buen entendimiento, natural de la misma, y trabajó muy duro desde una edad temprana para mejorar sus habilidades en todos los aspectos de la música. Un perfeccionista, reconocido por su impecable sentido de la moda y la limpieza, él siempre insistió en la grabación en vivo con su banda. Sinatra llevó una vida personal colorido, y con frecuencia estaba involucrado en los asuntos turbulentos con las mujeres, como con su segunda esposa Ava Gardner.

Él se casó con Mia Farrow en 1966 y Barbara Marx en 1976. Sinatra experimentó varios enfrentamientos violentos, por lo general los periodistas que se sentía él o jefes de trabajo que tuvo desacuerdos con había cruzado. Fue honrado en el Kennedy Center Honors en 1983 y fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad por Ronald Reagan en 1985 y la Medalla de Oro del Congreso en 1997. Sinatra también fue el destinatario de once premios Grammy, incluyendo el Premio Grammy Trustees, Grammy Legend Award y el Grammy Lifetime Achievement Award. Después de su muerte, crítico musical estadounidense Robert Christgau lo llamó "el mejor cantante del siglo 20", y él sigue siendo visto como una figura icónica.

Cuando a finales del año pasado se confirmó que Bob Dylan iba a publicar un álbum con versiones de Sinatra, muchos se echaron las manos a la cabeza. Era casi imposible evitar que los fans de ambos artistas contuvieran la respiración o hicieran un mohín de reprobación. ¿El cantautor de más éxito con peor voz de la historia, con permiso de Tom Waits, haciendo versiones de LA VOZ? ¿Qué necesidad tenía Dylan de meterse en esos berenjenales? Sin embargo, en mi opinión, cualquiera que conociera su trayectoria en los últimos años no debería haberse sorprendido demasiado.

Ya no tanto porque alguna de estas canciones ya las hubiese interpretado en alguno de sus crípticos conciertos, sino simplemente porque esta era la evolución natural de Dylan en su búsqueda de las raíces de la música norteamericana emprendida hace ya un par de décadas.

¿La evolución natural? ¿Versionar a Sinatra? No amigos, seguramente no. Pero ahí esta el quid de la cuestión: Dylan NO ha hecho versiones de Sinatra, sino de canciones que, en mayor o menor medida, Sinatra ayudó a popularizar.

Posiblemente el disco hubiese resultado una broma si Dylan se hubiese atrevido con "Strangers in the night", "My way" o "New York, New York", pero la idea tras el proyecto, parece ser, era utilizar a Sinatra como trampolín para acercarse al clásico American Songbook. En ese sentido, Shadows in the night tiene seguramente poco que ver con los discos de Michael Bublé o las incursiones de Robbie Williams en el mundo Sinatra, y mucho más con los últimos discos de Rod Stewart, con (en cierta medida) los American Recordings de Johnny Cash, o con aquellos inigualables álbumes que Ella Fitzgerald, allá por la década de los 50, dedicaba al cancionero de autores renombrados como Cole Porter, Irving Berlin o Rodgers & Hart.